El arroyo Almonázar ha desempeñado un papel decisivo en la historia de nuestro municipio, ofreciendo multitud de servicios ambientales que, a menudo, han pasado desapercibidos para la gran mayoría de sus vecinos.
Este arroyo, que atraviesa en estos momentos sus horas más bajas, ha contribuido en gran medida a la formación de fértiles suelos donde establecer una agricultura de extraordinaria calidad y que, en gran medida ha dado de comer, literalmente, a muchas familias de La Rinconada. Asimismo, su cauce posibilitó el establecimiento de diferentes industrias, entre las que destacó “La Azucarera” que, en un territorio significativamente plano, pudieron contar con la red de desagüe que el Almonazar representaba para éstas, y para los primeros asentamientos de trabajadores que empezaban a desarrollarse al calor de la floreciente industria y de importantes proyectos de regadío en la zona.
A su vez, este arroyo ha sido el escenario de innumerables aventuras para sus vecinos, quienes atesoran en su memoria, quizás con la distorsión y la mitificación propia de los recuerdos, todo tipo de vivencias y anécdotas que les hacen sentirse vinculados con sus aguas.
Sin embargo, este sentir generalizado contrasta con el trato que a lo largo de los años ha recibido este afluente del Guadalquivir. En poco más de un siglo, este arroyo, que en el pasado contó con un gran valor natural, ha sido sistemáticamente maltratado hasta ser convertido hoy en día en poco más que una cloaca a cielo abierto. Su situación pasó a ser tan dramática, que incluso lo escondimos bajo el asfalto del núcleo urbano de San José de la Rinconada, renunciando definitivamente a la reconciliación con nuestro “río”.
Entre otras agresiones, se pueden enumerar:
*La modificación de su trazado natural, eliminando los meandros que le hacían disminuir su velocidad en época de lluvias. Como consecuencia de ello se incrementaron los desbordamientos, ya que el agua eleva su velocidad en los tramos rectos y después no puede ser controlada en los giros forzados impuestos a su cauce de manera artificial.
*La eliminación de la vegetación de sus márgenes para incrementar la superficie de cultivo. Al eliminar el bosque de ribera, muchas de las especies de fauna que ayudan a obtener mejores cosechas dejan de tener refugio y, en consecuencia, todo el sistema se empobrece. De este modo, gran parte de las especies que ayudan a controlar de manera natural las plagas de los cultivos (aves insectívoras, arañas…), o a polinizar los cultivos sin que el agricultor tenga que pagar un solo euro por ello (abejas, abejorros, mariposas…), desaparecen.
*La contaminación de sus aguas. Su utilización como canal de desagüe lo ha convertido en una cloaca donde se acaban vertiendo aguas residuales (domésticas e industriales), aguas de riego cargadas de fertilizantes y pesticidas, y vertidos de explotaciones ganaderas. Este asunto adquiere una especial trascendencia por sus graves impactos sobre el medio ambiente, pero también por los recursos económicos que está costando a la administración pública tener que afrontar sanciones millonarias con el dinero de todos.
*La inversión de su ciclo hidrológico. En vez de secarse o disminuir su caudal a finales de primavera, como es común en los ríos y arroyos del clima mediterráneo, el Almonazar cuenta en este periodo con más agua que nunca, debido a los aportes procedentes de los cultivos de regadío que lo rodean. Esto supone una grave amenazada al favorecer la entrada de especies exóticas invasoras, que compiten y desplazan a las autóctonas, las cuales están adaptadas a que el arroyo se seque durante el verano. A su vez, estas aguas llegan contaminadas por abonos y fitosanitarios, empeorando la situación global del arroyo.
*Infraestructuras. A medida que se desplaza a un arroyo de sus condiciones de naturalidad, y se realiza un uso inadecuado de sus márgenes y llanuras de inundación, se hacen necesarias más y más infraestructuras para proteger el espacio “ganado” al río, con el correspondiente sobrecoste para el erario público. Un espacio que volverá a recuperar algún día poniendo en peligro tanto bienes materiales como a las personas.
A pesar de todo ello, tras el seguimiento de su estado de conservación, se ha podido comprobar que el Almonazar aún ofrece importantes valores naturales que es urgente conservar: especies como la nutria, el martín pescador, la colmilleja o la náyade de río aún siguen presentes en sus aguas.
Además, este arroyo constituye una valiosa fuente de oportunidades para el uso y disfrute de toda la población. Bien conservado y gestionado, el Almonazar podría convertirse en un remanso de tranquilidad en el que disfrutar plenamente de la naturaleza cerca de la ciudad. De ser así, podría llegar a ser un importante factor de valorización ambiental, económica y social para el municipio, la comarca y sus habitantes.
Por todo lo que aquí exponemos, debemos recuperar el Almonazar cuanto antes y conseguir que los habitantes de La Rinconada puedan reconciliarse con su “río”. Salvarlo es actuar a favor de la calidad de vida de todas las personas. Salvarlo es recuperar una memoria viva que debemos preservar y garantizar para generaciones futuras.
Por ello, las entidades públicas, sociales, políticas, sindicales, así como los ciudadanos y ciudadanas abajo firmantes, PEDIMOS, a través de esta iniciativa colectiva y apartidista, la puesta en marcha del Plan de Saneamiento y Recuperación Integral del arroyo Almonazar, y para ello SOLICITAMOS:
1.Que la Junta de Andalucía, a través de sus delegaciones de la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio y de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, el Ministerio de Fomento, a través de la Confederación del Guadalquivir, y los diferentes Ayuntamientos de la cuenca del Almonázar, pongan en marcha las siguientes actuaciones urgentes:Iniciar, o en su caso, completar el proceso de deslinde y amojonamiento del dominio público de su cauce, así como el de vías pecuarias y caminos públicos de su entorno.
2.Iniciar un Plan de Saneamiento Integral de la cuenca del Almonazar, efectuando las acciones necesarias para eliminar los vertidos todavía existentes.
3.Iniciar un Plan de Reforestación del bosque de ribera que permita la recuperación de la diversidad biológica y paisajística.
4.Desarrollar actuaciones de renaturalización de su cauce que permitan, en la medida de lo posible la recuperación de sus antiguos meandros y diques naturales, necesarios para que, en episodios de avenida, pueda disipar la energía de las aguas de arroyada.
5.Acometer labores de limpieza y eliminación de residuos sólidos urbanos y escombros tanto en el cauce, como en las vías pecuarias y caminos públicos del entorno, así como desarrollar labores de vigilancia de la zona.
6.Que, en el planeamiento municipal, los Ayuntamientos mantengan el suelo del término municipal comprendido en dicho ámbito como “no urbanizable” y “de especial protección paisajística y medioambiental”, así como incluir en el Sistema General de Espacios Libres las zonas aledañas a su cauce, dando a esta superficie una dimensión suficiente para tener categoría de Parque Metropolitano.
7.Desarrollar actuaciones de creación de infraestructuras y dotaciones para el uso público como Parque Metropolitano, que incluya una red de itinerarios y de equipamientos, así como una adecuada señalización.
8.Fomentar iniciativas de desarrollo económico vinculadas a usos y servicios de ocio, recreativos, educativos y turísticos.
9.Fomentar iniciativas de desarrollo de agricultura ecológica en las zonas aledañas a su cauce, asegurando una relación respetuosa con el curso fluvial y el cese de la contaminación difusa por aguas de escorrentía o retornos de aguas de riego desde el parcelario agrícola del entorno. La formación para la transición hacia la práctica de la agroecología y el apoyo a los circuitos cortos de comercialización, constituyen elementos clave para su consecución.
10.Apoyar actividades educativas, divulgativas, acciones de descubrimiento, interpretación, uso y conocimiento público de los valores y oportunidades existentes en el territorio y sus usos.
11.Apoyar el desarrollo de actividades de investigación científica y ciencia ciudadana vinculadas a los recursos naturales, sociales y culturales existentes.
Puedes dar tu apoyo a este manifiesto y adherirte a nuestra campaña Almonázar 2021 en este FORMULARIO DE ADHESIÓN
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